
Seguro que has escuchado muchas veces que el desayuno es la comida más importante del día, pero … ¿qué hay de cierto?
Tradicionalmente se ha aconsejado realizar 5 comidas al día repartidas de mayor a menor ingesta conforme va transcurriendo el día. Pero si aplicamos esta norma, nos guiamos únicamente por un reloj para comer y no por la sensación de hambre estomacal que podemos experimentar. Y es que lo importante a la hora de comer no es seguir un patrón estándar de tomas sino consumir alimentos en función del hambre real que tengamos.
Si no tienes hambre para desayunar o simplemente no tienes ese hábito, ¿por qué debes introducirlo? Es preferible que no desayunes si no tienes apetito a que lo hagas forzándote solo porque has escuchado que es “bueno” desayunar.
En definitiva, el desayuno no es la comida más importante del día, y si te lo saltas no lo estás haciendo mal ni llevando una vida menos sana. Lo importante es que desayunes si tienes hambre y si te apetece.
Lo ideal es que aprendas a identificar cuándo tienes hambre y no comer solo porque el reloj marque una hora determinada.
Cuéntanos tu experiencia al respecto, nos encantará conocerla.