Fácil, barato y con pocos ingredientes

Durante muchos años he declarado “NO ME GUSTAN LAS BERENJENAS” recuerdo que mi madre que era una gran cocinera camuflaba con arte las berenjenas con el fin de que yo cambie de opinión. Pero no lo conseguía.

Tiene sentido, a mí no me gustaban muchas cosas. Mi familia entera con tal de que yo coma me hacían el avión con el tenedor, me contaban en mismo cuento mil veces. Era la típica niña que, tiene muy mal comer. La realidad es que no me interesaba arriesgarme a los sabores nuevos y me limitaba a los que tenía controlados.

Hace poco leí un estudio que le ha dado mucho sentido a mis rarezas, y las de mucha gente, con algunas comidas. ¿Sabías que los niños tienen entre otros, el súper poder del sabor?, la ciencia explica que las papilas gustativas quedan anuladas con el paso de los años. Esto explica por qué muchos niños evitan algunos sabores sobre todo los amargos y ácidos. Estos sabores fuertes son literalmente una bomba en la boca.

Con el paso del tiempo, perdemos algunas papilas gustativas la intensidad del sabor pierde potencia y nos animamos a probar otros sabores.

Aunque esta no es la única razón, el entorno sociocultural, también influye en la adaptación a los sabores que vamos incorporando a lo largo de nuestra vida. Esto me está dando una idea para escribir otro post sobre este tema.

Volviendo a la receta de hoy las berenjenas deliciosa y versátil característica de la dieta mediterránea con un gran valor nutricional tanto en la pulpa como la piel.

Aquí te dejamos esta fácil y sencilla receta ideal para cuando no tienes tiempo de cocinar sin dejar de comer de forma saludable y rico.

Ingredientes

1 berenjena

1 bola de mozarrella fresca

½ cebolla

Sal, pimienta y orégano

Elaboración

Para quitar el amargor de las berenjenas es muy fácil. Se cortan en láminas y se colocan sobre un escurridor en forma de capas. Se añade una capa de sal fina abundante, se coloca otra capa de berenjenas encima y se vuelve a cubrir con sal. Así sucesivamente, hasta acabar con las berenjenas. Transcurridos entre 15 minutos y media hora habrán escurrido su jugo. Sólo queda aclararlas con agua fría para eliminar el exceso de sal.

Una vez lavadas las berenjenas, la cebolla y la mozzarella en láminas. Salpimentar y cocinar en una sartén la berenjena con la cebolla con un poco de aceite de oliva. En una bandeja de horno colocar una capa de esta mezcla alternando con otra de mozzarella, hasta acabar con una capa de mozzarella. Gratinar en el horno a 180ºC durante 10 minutos. Añadir orégano por encima y disfrutar de este sencillo, fácil y rico pastel.

Recuerda:

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